Colección Universidad Franklin - Varios Autores

Brax

Tyson Langley cree que el rey en Franklin University Kings se refiere a él. Jugador estrella de lacrosse y regalo de Dios para la población femenina y masculina, no hay nada que el atleta mimado no pueda tener.

Es imposible para nosotros estar en la misma habitación sin decirnos tonterías. Pero también tengo un secreto... Por mucho que desprecio a Ty, también lo quiero. Me deleito en nuestras bromas y en no saber nunca lo que dirá a continuación.

Sin embargo, he pasado demasiado tiempo en el lado equivocado de la ley para alguien como Ty, y si quiero terminar la universidad y escapar de mi pasado, él es una distracción que no necesito.

Ty

Braxton Walker necesita aprender a relajarse. Si busca inquietante en línea, aparece su nombre. Es el chico malo con una chaqueta de cuero y el ceño fruncido. No podríamos ser más diferentes.

Encontrar maneras de molestarlo es como la sesión de juegos previos más larga de mi vida. Y cuando terminamos trabajando juntos, se vuelve más difícil negar lo caliente que me pone.

¿Qué es un poco de conexión entre enemigos?

No se suponía que debíamos convertirnos en amigos o compartir secretos. Se suponía que no debíamos entendernos y todas las cosas complicadas por las que estamos pasando.

Estoy acostumbrado a jugar juegos, solo que cuanto más tiempo paso con Brax, menos se siente como jugar y más se convierte en algo real.

Miles de estudiantes en este campus, y yo, sigo engañándome con el compañero de cuarto que no soporto.

Felix

Una Cita.

Ese es el tiempo que le lleva a Marshall Harrows terminar en mi lado malo.

Por suerte, no tengo planes de volver a ver al oso de peluche gigante. Excepto cuando aparece como mi nuevo compañero de cuarto, no puedo escapar de él, y es tan irritante como pensé que sería.

Deja los armarios entreabiertos y vuelve a poner los cartones de leche vacíos en la nevera. La puerta de su habitación siempre está abierta, encuentro su ropa interior en el suelo de la lavandería, y él tiene toda esta actitud de cariño tímido que yo simplemente... no puedo... soportar.

Pero lo más completo, horriblemente irritante de él es que es totalmente mi tipo.

Y mis amigos no dejan de organizarnos citas a ciegas.

Marshall

Una cita.

Ese fue el tiempo que tardó Felix Andrews en robarme el corazón.

El pequeño y nervioso estudiante es todo lo que no soy. Confiado, adorable y completamente franco.

Él tampoco quiere tener nada que ver conmigo. Lo cual es un verdadero problema cuando quiero darle todo. Incluyendo mi virginidad.

Pero cuanto más trato de llamar su atención, más veo a su verdadero yo. El que no se siente digno de ser tratado como algo más que una aventura de una noche. Así que decido tomar el asunto en mis propias manos.

Una renovación total. Una noche. Una cita. Donde con suerte puedo robar su corazón también

Cuando no tienes ni idea, Sr. Romance puede ayudarte.

Charlie 

No estoy seguro de cómo sucedió, pero resulta que, sin saberlo, he estado saliendo con tres personas.

Aparentemente, los amigos no malcrían a otros amigos. Sin embargo, mi fondo fiduciario significa que puedo permitírmelo, y ¿qué es una comida aquí y allá? ¿O algo de ropa? ¿O libros de texto? Eso no significa que estemos saliendo, ¿verdad?

Otros no están de acuerdo. Si quiero pasar el resto de la universidad sabiendo quiénes son mis amigos, necesito la ayuda de alguien que sepa todo sobre citas y que pueda decirme qué no hacer.

Alguien como el Sr. Romance.

Liam

Cuando la gente me mira, el romance es lo último en lo que piensan... pero sigo siendo la primera persona a la que llaman. ¿Necesitas una primera cita planeada? ¿Un gran momento romántico? ¿Tienes que pedir perdón? Soy tu hombre. Cuando se trata de romance, yo me encargo.

Aunque no personalmente. Mi vida romántica es... estéril. Todo lo que realmente quiero es alguien con quien acurrucarme y que me mime. Lo que tengo es planear citas para personas que no tienen ni idea de enamorarse de alguien.

Pero ahora soy de algún modo el consultor anti-romanticismo de Charlie Martin. Charlie, que no tiene ni idea, pero es la persona más amable y tolerante que he conocido. El cuál es noble y generoso. Quién se ha hecho amigo mío y quiere que yo sea feliz.

Se supone que debo ayudarlo a evitar que sus amigos se enamoren de él. Lo último que necesito es enamorarme yo mismo de él.

Spencer

¿De quién fue la brillante idea de construir viviendas universitarias al lado de una de las fraternidades de fiesta más notorias de Franklin U?

Soy un verdadero estudiante, del tipo que vino a la universidad para aprender, no un hermano de fraternidad tonto que ve a Franklin U como un desafío de cuatro años para consumir la mayor cantidad de alcohol y tener la mejor línea de ligue.

Su estilo de vida a todas horas me está volviendo loco. Sin mencionar que los idiotas siguen ocupando mi plaza de aparcamiento asignada.

Pero el peor infractor podría ser Cory Ingram. Claro, tiene una sonrisa que podría derretir un casquete polar, pero de ninguna manera seré uno de sus secuaces. Estoy bastante seguro de que lo dejé en claro cuando lo abronqué en su cara. Así que no tengo idea de por qué de repente está en todas partes a mí alrededor, encendiendo el encanto como si realmente pudiera enamorarme de él.

No. No va a suceder.

Cory

Desde el primer día que puse un pie en el campus de Franklin U, todo ha sido dorado. Tengo un montón de amigos, fiestas interminables para una vida y a quien quiera en mi cama en una noche determinada. Claro, soy un fiestero desvergonzado, pero no soy un idiota. Pregúntale a cualquiera. En serio.

Incluso el viejo y cascarrabias jardinero me saluda y me sonríe cuando paso. Luego está Spencer Crowe. Nunca he visto la cara de un chico ponerse tan roja solo por una plaza de aparcamiento. Incluso cuando trato de hacer las cosas bien, procede a darme la parrafada de su vida, que es aproximadamente el momento en que me doy cuenta de que, además de estar irracionalmente furioso, también es tremendamente sexi.

Mis amigos creen que por fin he conocido a la única persona a la que no puedo seducir...

Qué apuestas a que puedo.

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